¡Mis discípulos permanecen, ahora sí que vivo!
Así que les enviamos a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, con el fin de afianzarlos y animarlos en la fe para que nadie fuera perturbado por estos sufrimientos. Ustedes mismos saben que se nos destinó para esto,
pues cuando estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a padecer sufrimientos. Y así sucedió.
Por eso, cuando ya no pude soportarlo más, mandé a Timoteo a indagar acerca de su fe, no fuera que el tentador los hubiera inducido a hacer lo malo y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.
Ahora Timoteo acaba de volver de Tesalónica con buenas noticias de la fe y del amor de ustedes. Nos dice que conservan gratos recuerdos de nosotros y que tienen muchas ganas de vernos, tanto como nosotros a ustedes. Por eso, hermanos, en medio de todas nuestras angustias y sufrimientos ustedes nos han dado ánimo por su fe.
¡Ahora sí que vivimos al saber que están firmes en el Señor!
¿Cómo podemos agradecer bastante a nuestro Dios por ustedes y por toda la alegría que nos han proporcionado delante de él? Día y noche le suplicamos que nos permita verlos de nuevo para suplir lo que le falta a su fe. Que el Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesús, nos preparen el camino para ir a verlos. Que el Señor los haga crecer para que se amen más y más unos a otros, y a todos, tal como nosotros los amamos a ustedes. Que los fortalezca interiormente para que, cuando nuestro Señor Jesús venga con todos sus santos, la santidad de ustedes sea intachable delante de nuestro Dios y Padre.
En este pasaje veo tres segmentos. En el primero, el cuidado posterior al nuevo seguidor de Cristo o discípulo para animarlo y afianzarlo pues siempre vienen sufrimientos, es mas seguir a Cristo no es sinónimo de "pare de sufrir", sino que al contrario hemos sido destinados para esto, ¿Como así? esta es la convicción que Pablo tenía y al parecer las iglesias que levantaba; pues son estas dificultades y sufrimientos los que nos llevan a ejercitar nuestra fe y confianza en el Señor para ver su mano poderosa actuar y nosotros crecer a su imagen cada día. Esto debo decirlo a los nuevos seguidores de Cristo para que cuando lleguen estos momentos no se desanimen, por eso debo estar pendiente de su avance.
segundo; la satisfacción al saber que mis discípulos están perseverando en la fe y el amor, esto me muestra que mi labor de anunciar el evangelio va mas allá de solo predicar sino hasta ver que estos hijitos crezcan y estén firmes en el Señor, acompañándoles y enseñándoles lo que les falte en la fe
Tercero, hay una meta de parte nuestra hacia nuestros discípulos y es que estén listos para cuando Jesús venga por todos aquellos que le esperamos, listos en una vida de santidad,pureza, transparencia; allí en ese momento habrá valido la pena todo sufrimiento y espera. esto si que es reto y ánimo para mi vida.
¿Y tu estás levantando discípulos que permanezcan firmes hasta la segunda venida del Señor Jesucristo?